martes, 30 de mayo de 2017

Sólo piensen en cómo explicarle a alguien que una lo que quiere es estar media sola o en su defecto, media acompañada y si lo entendieran, imaginen llegar a un restaurante y que en la entrada le pregunten “¿Viene acompañada?” y usted responda “Bueno, media acompañada”. Las consecuencias serían catastróficas.
Entonces ¿Cuál es la solución? Por lo visto, la respuesta es estar con la persona correcta; la que te quiere como eres, que te escucha sin juzgar, que soporta tus malos humores,
que te permite voltear a ver a quien llame tu atención.
Dije que había una solución. Nunca dije que sería fácil. 

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