viernes, 5 de agosto de 2011

- No aguanto mas. 
Nos fueron convirtiendo en personas contradictorias. Fuimos perdiendo la integridad. 
Estamos tironeados por dos fuerzas opuestas todo el tiempo, y eso no nos deja avanzar. 
Vamos para atrás, nos hundimos en el fango. Acá hasta el mas noble termina embarrado. Pero yo, hace unos meses sabía quien era. 
Hoy yo no sé ni quien soy.
Estamos fragmentados; somos una cosa, somos otra, no somos ninguna. 
Se me mezclaron los colores y, yo la verdad, ya no sé cual es mi color. 
Es una tortura vivir así; con voces superpuestas en tu cabeza, sin saber si sos leche o jugo de remolacha. 
- A mi pasa lo mismo, pero a otro nivel. Hay una parte de mí que sigue resistiendo hasta con alegría, pero hay otra parte que se quiere ir corriendo.
- No, no, esa no es la solución.
- Ya lo sé. Cada uno sabe cuál es el verdadero uno mismo. Cuál es su parte luminosa y cuál es su parte oscura. Te pueden mezclar la leche con la remolacha pero…
- Pero es una tortura. Tengo todo el tiempo esas voces en la cabeza, y discuten entre sí, y no se callan nunca ¿Entendes?
- Grita para callar esa voz. Ponete firme y grita quien sos. 
A veces hay que gritar, porque nuestra parte luminosa es también la más silenciosa, casi tímida. Entonces hay que ayudar a esa parte luminosa a que se imponga y que diga ‘acá mando yo’. 
Gritá, imponete, hacete oír. Mostrale a esa parte oscura quien manda, a veces hay que hacer un poco de lío. Gritá, gritá!
Nadie puede callar a nuestro yo verdadero. Por más que intenten silenciarlo, por más tímido que sea, siempre está ahí ¿Entendes? La mejor parte de uno también es la más débil, la más calladita, entonces hay que ayudarla, hay que resistir.
Lo mejor de nosotros es nuestra parte sensible, y de tan sensible se queda muda ante el dolor, por eso hay que gritar. 
Porque si no gritamos, si no lo expulsamos, ese dolor nos puede terminar matando. 
Gritá, hoy, ahora, ya. Mañana puede que sea demasiado tarde. 
Gesell 2011 ♥

No hay comentarios:

Publicar un comentario