sábado, 10 de octubre de 2015

Simplemente sucede.
Soy las ganas de vivir, las ganas de cruzar,
las ganas de conocer lo que hay después del mar;
yo espero que mi boca nunca se calle;
también espero que las turbinas
de este avión nunca me fallen;
no tengo todo calculado, ni mi vida resuelta,
solo tengo una sonrisa y espero una de vuelta;
yo confío en el destino y en la marejada;
yo no creo en la iglesia pero creo en tu mirada.


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