domingo, 4 de septiembre de 2011

Gente linda.

No hay peor trampa que la que arma una misma; algunas personas sin darse cuenta, van armando lentamente una trampa en la que luego quedan atrapadas.
Aquello de lo que no se puede hablar.
Cuando creas que estás aislada y encerrada en tu propia trampa, ya es tarde. Como una araña que lentamente va tejiendo su telaraña.
Poco a poco la araña teje su trampa mortal.
La araña es muy paciente, serena, espera agazapada a que el insecto caiga en su red. Cuando el insecto queda atrapado en la red, indefenso, la araña libera su veneno mortal.

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