Es genial cuando tienes sueños, sentir que puedes realizarlos, que estás cerca de ello, que tienes las cosas a tu alcance. Puede ser en una ocasión especial, quizás un día amaneciste con una dosis de más de optimismo y sientes que eres capaz de dominar el mundo. Tomas las piezas de los sueños que tienes y las unes, buscas un buen pegamento y eres feliz. Luego miras el rompecabezas de lejos, satisfecha porque ya tienes lo que querías, que quizás era más difícil que atrapar una mariposa y te das cuenta que hoy está aleteando a tu lado.