miércoles, 22 de noviembre de 2017




Destinos cruzados, finales abiertos; todo está en la escritura y está todo desde el principio
pero escribir, además de contar, es soñar con algo diferente; es imaginar un mundo nuevo y tener fe en que será posible.
En la escritura no hay nada lineal; no existe el camino mas corto. Escribir es buscar rodeos para llegar a donde querés llegar. 
Cuando desperté en este mundo no encontraba salida; me angustiaba, me deprimía pero la vida me dio la escritura; es como este pico, que boqueteo y boqueteo sin parar, buscando la salida, soñando que al final del camino será posible un nuevo mundo.
Lo importante no es lo que nos pasa sino lo que hacemos con lo que nos pasa”.
Un día desperté en este mundo de mentira; en este horror hermoso.
Para una bólida como yo despertar en este mundo trágico fue el golpe de horno que necesitaba; el caramelito que me faltaba en el frasco. La bólida tuvo que madurar, crecer, estar a la altura de salvar al mundo; mi mundo, nuestro mundo.
A la fuerza tuve que aprender a ser creativa; a buscar nuevas soluciones a nuevos problemas. Tuve que aprender a ser escritora para poder escribir una nueva historia y para eso hay que ser muy creativa
porque ahí está el secreto ¿No? Agarrar lo que nos pasó y hacer algo nuevo con eso; agarrar el mundo que nos tocó en suerte y escribir otro, un nuevo mundo.


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