Sólo
piensen en cómo explicarle a alguien que una lo que quiere es estar media sola
o en su defecto, media acompañada y si lo entendieran, imaginen llegar a un
restaurante y que en la entrada le pregunten “¿Viene acompañada?” y usted
responda “Bueno, media acompañada”. Las consecuencias serían catastróficas.
Entonces
¿Cuál es la solución? Por lo visto, la
respuesta es estar con la persona correcta; la que te quiere como eres, que te
escucha sin juzgar, que soporta tus malos humores,
que te permite voltear a ver a
quien llame tu atención.
Dije
que había una solución. Nunca dije que
sería fácil.
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