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Me olvidé de todo, menos de tu nombre y no entiendo porqué.
Tuve un impulso, una intuición y no me equivoqué porque ahí estabas.
No entiendo porque recuerdo tu nombre y nada mas. No entiendo porque hay cosas que se me escapan de la memoria.
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- ¿Qué es el amor? Una buena pregunta que nos hacemos muy poco
¿El amor es algo volátil? ¿Hecho de aire? Como decían los griegos ¿El amor es algo que tan pronto como llega se va?
¿De qué está hecho el amor? ¿De pensamientos? ¿Es causa o azar?
¿El amor es una cuestión química? ¿Son dos cuerpos que se encuentran o dos almas? ¿El amor es una bendición o una maldición?
¿El amor es algo conveniente? ¿Es la unión de dos egoísmos? El amor es la unión de dos almas ¿Existe una ecuación para el amor? Si el amor es la unión de dos almas y esas almas son inmortales, entonces ¿El amor es inmortal?
¿Por qué cerramos los ojos cuando besamos a alguien que queremos? ¿Queremos al otro o a la imagen que tenemos del otro?
¿Por qué nace el amor? ¿Por qué muere? ¿Es una ilusión o es algo real?
- ¿Todo eso te preguntas del amor?
- Si, que ¿Vos no?
- No, no sé, no doy tanta vuelta.
Por todo lo que te preguntas parece que tenes mas dudas que certezas.
- Es que tengo mas dudas que certezas.
- A buenísimo, me quedo re tranquila.
- Los dos tenemos dudas
¿Existe el amor sin dudas?
Un amor inmortal es una herida profunda que solo puede ser curada con mas amor.
Cuando te dicen que hay algo que no podes ver, lo único que queres es ver eso que no podes.
Así tengas que perseguir, ocultarte y espiar, vos vas a ver eso que queres ver.
Es como espiar por el ojo de una cerradura, como revisar un celular ajeno; nunca sabes con que te vas a encontrar. Si espias sos responsable de lo que ves.
Nuca sabes que vas a encontrarte por el ojo de la cerradura. A todos nos gusta hurgar, chusmear, espiar, aunque a veces no estemos preparados para lo que podamos ver por el ojo de la cerradura. Mirando por la cerradura podes llegar a robar verdades, verdades que pueden doler y mucho.
El problema de espiar no es lo que se ve, sino todo lo que no se ve.
Mirar por el ojo de la cerradura nos da una visión limitada de la realidad, muy estrecha. Todo lo que queda afuera de lo que el ojo de la cerradura no nos deja ver, es como si no existiera.
Para ver por el ojo de la cerradura, tenes que cerrar un ojo, ver solo una parte de la escena.
Es irresistible, siempre queremos saber que hay del otro lado, pero ¿Estamos preparados?
Tras el ojo de la cerradura viven grandes secretos. Secretos que significan una vida.
Amo las comedias románticas, porque siempre terminan bien. Se arman enredos, crisis; pero vos de afuera ves claramente la solución. De afuera se ven tan fácil, vos decís “Él por más que esté con otra, ama a su chica; y ella por más que lo niegue también lo ama...” Y decís “Dejen de dar vueltas y estén juntos”.
Out los terceros en discordia, en una buena comedia romántica se soluciona todo, y todos quedan felices y contentos.
Y después de todos los enredos, al final los secretos se revelan, el que tiene que hablar habla, el que se tiene que enterar se entera, todo se soluciona y final feliz.
Pero en la vida siempre algo enrula el rulo, la solución que está ahí, al alcance de la mano, siempre parece escaparse.
Si uno viera de afuera la vida, diría
“No hagas eso bólido, no te das cuenta que la solución estaba ahí”.
No bolida no, no hagas como que no hay tal crisis, no niegues más. “Pedazo de bólido” dice uno “Mirando como él se pierde cada vez más”.
“No! Bólidos” dice uno “Tenían la solución en las manos, pero el rulo siempre vuelve”.
Porque somos unos bolidos, que confundimos gordura con hinchazón; problemas con solución.
El problema de la solución es confundir problema con solución. Es como creer que la tintura es el problema y la cana la solución.
Una dieta mágica te hace engordar el doble. Un bronceado instantáneo te mancha la cara. Una solución rápida te trae otro problema.
Otras veces dejamos estar los problemas, confiando en que se van a solucionar solos. Es como
dejarte crecer el boso y esperar que se vaya solo.
Hay momentos en los que el tiempo parece detenerse. Todo ocurre en pocos segundos, pero para vos es una eternidad.
El tiempo se vuelve espeso, denso. Un observador externo, verá que todo ocurre rápidamente, pero para el que lo esta viviendo desaparece la noción del tiempo. Todo depende del punto de vista; todo depende del observador.
En esos momentos comprendemos que nada es absoluto y que todo es relativo
¿O no?
Por primera vez estoy muy segura de lo que tengo que hacer.
En mi cabeza yo no manejo grises, no manejo medios, es una cosa o la otra, es blanco o negro.
No sé que me pasa, pero por primera vez, no tengo certezas absolutas; para mí todo ahora es relativo.
Entonces la verdad absoluta
es relativa
¿Cómo se puede estar absolutamente seguro de algo si todo el tiempo hay cosas que relativizan todo?
¿Uno deja de ser bueno cuando hace algo malo? ¿Existe el malo absoluto? ¿El bueno absoluto? Nosotros vivimos en un mundo perfecto; sin fallas ¿Existe algo sin fallas? ¿Existe un mundo absolutamente perfecto? ¿Algo absolutamente perfecto?
Cuando crees una verdad absoluta, no hay lugar para las contradicciones, pero a mí todo ahora se me vuelve relativo.
Si todo es relativo, no hay nada malo, no hay nada bueno, no hay nada feo, no hay nada hermoso.
No es cierto que todo es relativo; hay cosas que son absolutas. Esas cosas son las que le dan sentido a nuestra vida.
La vida es un laberinto de cosas relativas, y cada tanto, nos encontramos con algo absoluto.